LA FLACA QUE MIRABA EL SOL
-
No
mires al sol
-
¿Por
qué? <Me pregunto>
-
Hace
mal a la vista. <Le respondí>
-
Miralo,
miralo ahora, miralo, miralo ahora, mira su aura, mira sus rayos. <Me
decía>
-
¿Lo
ves? ¿Ves que no hace nada? Solo te cambia el color de los ojos.
Vi sus ojos
de color naranja. Estábamos sentados en la tierra mirando hacia donde el sol se
apaga en el océano. Sentíamos como girábamos en un mundo que es redondo. Otra
vez me pidió que mire al sol.
- Miralo,
miralo ahora, miralo. <Me decía>
Yo miraba
sus ojos, y estaban naranja, y miraba su aura, y miraba sus rayos, y así fue
que quede ciego.
Hoy voy a
estallar.
Hoy lo voy
hacer.
Hoy lo
logro. Lo logro. Logro.
Que calor
se siente en el cuerpo. Me encanta sentir. Me encantar sentir mis labios
doblados y desarmados de buena madera. Me encantar sentir el vapor de mi
cuerpo. Sentir los insectos que se me pegan. En la nariz, en la boca. Me encanta
estar vivo.
Ya te había
dicho que la muerte no me gusta. No quiero estar muerto nunca. Quiero sentir
como todavía tiembla mi cuerpo. Quiero poder escribir con ganas, con todas las
ganas de esta ciudad pobre y desalmada, de buena madera.
Hoy lo voy
a lograr.
Me estoy
alejando. Hoy no volví a tirar hacia tu lugar. Hay algo en mí que es un
planeta. Vos me lo dijiste. Yo siento que es un planeta. Puede ser Saturno o
Neptuno. Seguramente, muchos piensan lo mismo, que son un planeta. Pero no
siempre. Algunas veces, cada tanto. La mayoría de los días no me doy cuenta. Me
confundo en el espejo y empiezo a cometer las mismas estupideces que yo mismo.
Pero a veces siento que soy un planeta, puede ser júpiter o Neptuno, y ahí, y
es ahí, donde me puedo volver indestructible.
La hoja. De
la rama del árbol. En la tierra del mundo. La mariposa.
Ahí no
había nada para ella. Una pequeña pizca del viento del mundo.
El viento
provenía de los árboles. Los arboles provenían del mundo.
La tierra.
Era el mundo. Donde crecían los árboles.
Las hojas
formaban la tierra. Que era el mundo.
La tierra.
Hacia crecer los árboles.
Allí
estaban ellas. Mariposas. Al sorbo de la pequeña pizca del viento.
MONEDAS DE ORO
Lo nuestro
es un tesoro. Como todo tesoro es algo valioso. Imaginate un cofre lleno de
monedas de oro. Pero a veces, también de los tesoros uno se cansa. También los
tesoros tienen efectos negativos. Contraproducentes. Entonces, uno se aleja.
Aunque uno
se canse, un tesoro es un tesoro, y nadie lo quiere soltar. Nadie quiere dejar
un cofre de monedas de oro. Como lo nuestro es un tesoro, es muy difícil
dejarlo. Desprenderse, es un desgarro que lastima, y mucho.
Trato de
pensar que no deberíamos estar tristes, aunque es imposible evitarlo. Trato de
creer que nuestra relación no morirá jamás. Lo nuestro es un tesoro. Como todo
tesoro es algo sólido. Imaginate un cofre lleno de monedas de oro.
Tampoco soy
tonto. Sé que la tristeza nunca se ira, al menos no del todo. Con el tiempo,
tendremos intervalos más largos sin ella. Serán horas, días, semanas, meses,
hasta que por fin una sola vez al año la veremos entrometida en nuestros
asuntos, cubierta por las tantas cosas nuevas que nos fueran ocurriendo.
Ahora,
nosotros, tendremos que seguir nuestros caminos, cumplir nuestros objetivos,
crecer en todos los aspectos, ser mejores, elevarnos, sin pisar a nadie ni a
nada.
La vida, al
final de todo siempre es una cagada, pero es esa rareza, en donde a veces todo
se acomoda de una forma extrañamente maravillosa. Quizás, quien sabe, todavía
no tiramos nuestra última piedra al rio. La mejor piedra. La más plana. La que
más sapitos hace en el agua.
Pero hasta
ese día, debemos practicar, día y noche, noche y día. En días que seguirán
siendo lo mismo, y pesaran lo mismo. Pero vamos a aguantar. Porque somos buenos.
Nosotros, somos un tesoro. Imagine un cofre lleno de monedas de oro.
Me vi al
espejo. Mi figura. En un espejo completo. En toda la pared. De arriba a abajo.
De lado a lado. Mi cuerpo. Tengo un cuerpo raro. Mi columna y mi espalda están dobladas.
Mis brazos son largos. Más largos que la media. Mis piernas también. Mis manos
son grandes y mis dedos finos; también están doblados. Desde mi rostro hasta
mis pies, expongo con gran remate huesos marcados, pronunciados en las
aberturas de mis articulaciones. Mi cabeza es casi tan grande como mi pecho.
Soy flaco, al punto de ser visible mi costilla. También mis dientes están
doblados, al igual que mi nariz. Todo mi cuerpo esta cruzado. Soy un deforme.
Mi cabello
es blando y suave. Tengo buenos ojos, y una vista poderosa. Mi forma de hablar
es relativamente seductora y lenta. Muevo mucho las manos y observo lejos. Mi
paso es sereno y pacífico. A pesar de mi peso, camino pesado. Tengo poco carne
pero mis huesos ocupan mucho espacio. Aunque no siempre, casi siempre me visto
elegante y a la vez modesto. No es difícil identificarme, lo que habla de mi
personalidad.
Después de
verme en el espejo y reconocerme, me he dado cuenta que estoy atrapado en mí
mismo.
DUELE
Inmediatamente
que la vi pensé en vos. Me puso triste
saber que te dolía, y ahí no más lo empecé a sentir yo. El dolor fue
insoportable y busque, respirar con más intensidad para ver si lo podía sacar
de mi cuerpo. Me fui a caminar, la noche estaba hermosa y vi tu risa en un
banco entre azaleas de la plazoleta. Intente reír para ver si vos también me
podías ver, pero el gesto de la boca ablando mis ojos y me eche a llorar.
Duele.
Duele fuerte. Como el frio en invierno. Duele como el sol en enero. Capaz que
no recordé pero si lo vi otra vez; tu rostro en la cama por última vez. Duele.
Como el objeto que se rompe en varios pedazos, y se pierde por debajo de la
mesa. Duele, maldita sea como duele. Y escribo. Me encierro. Diez años solo.
No pienso
en comer, son casi las 1 de la mañana y no pienso en comer. El vino blanco
asienta bien, y no quiero dejarlo ir. No siempre estoy en compañía en este
horario del día, donde las obligaciones aprietan al otro día temprano, aprietan.
Quise aprovechar y vivir un poco, quiero vivir un poco la vida. La rutina es exigente,
muchos horarios, y el permitido estaba bien, el permiso está bien, también el
gracias, el muy amable.
Por eso
quiero que alguien me responda ¿cómo algo tan lleno de vida puede morir?
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