sábado, 3 de septiembre de 2022

EL AMATEUR




La obra de teatro EL AMATEUR escrita por el dramaturgo Argentino Mauricio Dayub, dirigida por Jorge Vega y personificada por los actores Bruno Curti y Sebastián Giuliani, presentada en el galpón de la murga de la estación de la ciudad de Posadas; inicia sin telón pero a oscuras, en donde una linterna va abriendo paso al escenario. La obra está compuesta por dos personajes; “pájaro”: un pibe de aproximadamente (25) años de edad que tiene el deseo de cumplir el record de estar (134) horas arriba de una bicicleta, y “lopecito”: un hombre de aproximadamente (45) años que ya ha dejado sus deseos bien (¿pero bien?) atrás. La edad es un factor determinante para entender los puntos de vistas de cada uno de estos personajes (Syd Field decía que todo buen personaje tiene que tener un punto de vista sólido y bien definido). Ambos, en un tiempo que no es ni escaso ni abundante, no se salen nunca de escena (lo espacial y temporal es para ahondar en el análisis) habiendo un pequeño amague de llevarlo en el segmento inicial en donde pájaro le insiste a lopecito en que lo acompañe al cementerio a visitar a su padre muerto hace 2 años y 2 horas. La muerte del padre de pájaro es un primer dato a tener en cuenta porque al parecer éste (el padre) fue un competidor que logro transmitir ciertos valores a su hijo quien fuese su admirador.  Si bien, la relación entre pájaro y lopecito puede parecer contradictoria a simple vista (a modo de peso y contrapeso lo cual es lógico en un drama), no mejor reflejada en la escena donde lopecito duerme y pájaro manifiesta a vivo voz que al no dormir se actúa de corazón ya que para engañar hay que dormir y estar descansado, o cuando lopecito le afirma que no espere nada porque la espera es el modo más común de morir;  sus comportamientos en su mayoría son colaborativos y armónicos (mayor análisis llevaría relacionar la idea de contradicción y compatibilidad). Basta apreciar las muchas “unidades dramáticas” de la obra donde ambos se alimentan mutuamente; ¿quién le da la bicicleta a pájaro? (allí también hubo oscuridad y la sola luz de una linterna) El mismo lopecito grita: nosotros dos somos iguales; - creo que sentía la necesidad de representarse en los deseos de pájaro por haber perdido los suyos- . Busca adentro tuyo le exigía… la idea del héroe y el anti héroe se construye (sus alter egos), y de hecho hasta se puede interpretar que los dos personajes son uno solo (no creo poder imaginarlos por separado). Cuando pájaro se sentía mal le expresaba “déjame solo, déjame solo”. Sos estos los momentos más fuertes de la obra ya que reflejaban su frustración. En una oportunidad, después de ello, pájaro aparece vestido de ciclista (aquí también la oscuridad y la sola luz de la linterna) representando así su glamour, y la contradicción constante y permanente en que se hace eco la obra. El conflicto es claro; el deseo de cumplir un sueño cuasi imposible (estar 134 horas arriba de una bicicleta), y alentarse a ello (la acción rectora). Decía pájaro: “antes no podía dormir porque no tenía sueño, y ahora no puede dormir porque tengo un sueño”. El dilema ético es encontrar la opción que te lleve siempre hacia adelante, “para atrás ni para tomar impulso”; aparecen imágenes como el boxeador que se levanta a punto de ser echado a la lona; la del músico que triunfa en su canción numero 16 (la ballena) y se pregunta qué hubiera pasado si se “rendía” en la canción numero 15; la imagen de la madre de pájaro coronándolo, ya no para verlo nacer si no para verlo renacer y esta vez para siempre. Esta última frase (para siempre) es una de las premisas de la obra declarada en, lo que yo diría es, un grito laico.  Cuenta pájaro que en uno de sus viajes nocturnos de entrenamiento, observa a lo lejos una luz que no era ni un farol y ni el sol (por el horario algo así como las 3 de la mañana), y en el que pudo apreciar un sujeto en llamas que gritaba lo que el escucho como: ACERCTE FLACO, NO QUEMA. ACERCATE FLACO, NO QUEMA. Pájaro sigue diciendo que luego de unos kilómetros más lo encuentra. El final de la obra es la resolución del conflicto en el cumplimiento del sueño. Pájaro logra, sin mucho bombo y platillo, lograr estar (134) horas arriba de su bicicleta. Pero la cosa no termina ahí. Al llegar a la meta, pájaro agoniza, por el esfuerzo llevado a cabo. -Se acaba el sueño y en paralelo se acaba su vida-. Aquí aparece el detonante de la obra; el verdadero conflicto. Lopecito le pregunta a pájaro, que ya no responde y yace acostado, en tono desesperado, golpeándole el pecho lo siguiente: ¿Qué querías vos? ¿Que querías vos? ¿Que querías vos?  La respuesta a esta pregunta es la verdadera resolución de la obra. (De nuevo la oscuridad y la sola luz de una linterna). Pájaro renace, se levanta, y grita mirando al cielo: ACERCATE FLACO, NO QUEMA. ACERCATE FLACO, NO QUEMA. Fin. Renació y esta vez sí fue para siempre. Es la inmortalidad de un sueño. La obra trabaja baja escalas románticas donde el espíritu y el soplo de vida afloran en el plano real. Ya lo dice lopecito al elegir las bandas musicales para el festejo: “el campeón es un romántico”. El arte, entre  muchas otras, sirve para afirmar posturas o ponerlas en debate a causa de un golpe en la cara. Esta obra de teatro cumple con ello. Por suerte tuve la suerte de verla.


Ph: Diario "El territorio".