En estos días, recordé cuando con unos amigos
fuimos a una fiesta de disfraces, el día de Halloween, es decir, el día de los
muertos. La salida había sido un poco improvisada, y yo me tuve que disfrazar,
sin querer, de la figura de un pirata. Tenía un sombrero cuasi cotillón y un
parche, que me lo puse en el ojo izquierdo, totalmente de cotillón. Esos dos
elementos, ya eran suficientes para tales fines si lo complementaba con ropa
acorde al estilo. Descubrí que no cambio mucho mi forma de vestir. Bill, se
puso un guardapolvos, que seguramente lo tenía del colegio, y aparento ser un
médico. Mick, hizo tres agujeros en un mantel blanco, se lo puso encima, y
aparento ser un fantasma. Se lo veía muy gracioso y me preguntaba cómo podría
bailar con ello.
Mártin, un pibe que en ese momento trabajaba
como albañil de Mick, fue con nosotros. Cuando dejo de trabajar, a eso de las 7
de la tarde, se puso a tomar cervezas con Mick, hasta el momento que llegamos
con Bill, hablamos de nuestro plan y él se sumó sin ser invitado. Con respecto
al disfraz, Mártin, la tenía sencillo. Simplemente se puso un casco de obrero y
fue como estaba. Nos tomamos unas cervezas todos juntos, nos subimos al auto de
Mick y nos fuimos. Cuando lo vi subir con el mantel puesto a Mick, le pedí que
se lo sacara para manejar. Me respondió: - Voy
a manejar así; me tengo que ir acostumbrando a esto si no podre bailar, me lo
tendré que quitar y me echaran de la fiesta. Como sabía, que si lo echaban
a él lo más probable era que también nosotros nos tendríamos que ir, no le dije
más nada.
Cuando llegamos al salón, nos dimos cuenta, que
en la puerta realmente estaban siendo exigentes con los disfraces.
Vimos un chico que estaba totalmente cubierto con papel higiénico, simulando
ser una momia. Quiso entrar y no le dejaron, porque decían que en realidad, el
papel tendría que ser venda. Preocupados, fumamos un cigarrillo y luego
probamos.
Por suerte entramos. En la fiesta había muchos
piratas, médicos, albañiles, pero no había ningún fantasma. Creo que eso lo
puso contento a Mick porque bailo toda la noche sin detenerse un segundo. Era
muy gracioso mirarlo. Pensaba, como la temática del disfraz es extraña por que
no se fija la belleza en la persona, sino en el disfraz.
Al final todos hicieron parejas. Mick estaba
con una chica disfrazada de Cruella, que confieso, realmente me gustaba. Lo
entendí, Mick tenía buenos ojos y buen labio. Mire otra cosa y, se apareció una
bruja con pelo negro y sombrero de punta. Tenía 5 anillos repartidos en sus dos
manos, un vestido negro de tela tipo seda y botas altas, también negras. Me
acerque y le pregunte sí era una bruja. Me respondió que sí moviendo la cabeza. Le volví a preguntar si,
realmente, era una bruja. Esta vez me hablo. Me preguntó si yo quería que ella me
haga un hechizo. Me reí unos segundos y por supuesto le dije que sí. Me dijo
vamos al baño y yo seguí su espalda. El baño para discapacitados justo estaba
desocupado. Entramos, y ella cerró la puerta.