lunes, 8 de diciembre de 2025

Alunas notas de cuaderno (6)

Además, las fotografías de un lindo proyecto participativo de vinculación sociedad/Estado en el barrio Kennedy de la ciudad.

 


Dos personas sentadas en la mesa de un bar: un hombre y una mujer de no más de 25 años. Ambos con el celular. Se muestran fotos de Instagram; de seguro son otras personas también de su edad. Recién llegan las papas fritas a la mesa. Fuman mucho. Comen mucho. Comen fumando. Si un observador los estuviera viendo, diría que físicamente están bien; estética y políticamente agonizan. Hablan muy poco, pero aun así ríen juntos, mirando cada uno su celular y por momentos mirándose de frente; al rato, otra vez la cabeza hacia abajo. Ven muy poco hacia los costados y nunca hacia arriba. El chico fue a buscar unos vasos llenos de cerveza espumosa. La chica le muestra una foto de su celular, mensajes, emoticones. Beben, se ríen, se drogan con marihuana. Otra vez, cada uno a lo suyo: se aíslan, se desconectan, conectándose. Ahora el chico muestra, comparte, se visibiliza, se despierta, se estremece; se parece a un enamorado. La semana que viene, tanto él como ella estarán con esas personas con las cuales hoy hablan por el celular. Harán lo mismo; mostrarán lo mismo haciendo lo mismo. Fumando mucho, comiendo mucho, comiendo fumando. Estarán con tantos sin estar con nadie.

Dicen que los buenos escritores te hacen creer que lo que escriben está dirigido a cada persona que lo lee. Yo no tendría ese inconveniente pero aun así aclaro. Yo no escribo por vos ni para vos, nada de lo que escriba está dirigido a vos.

Lo único malo de sentirse bien es querer sentirse mal.

Para vivir el presente primero hay que saber a qué va eso. Vivir el presente es nunca cerrar el contrato y eso no se puede hacer.

La esquina más porteña de Posadas es Colon y Alvear. No Jujuy y Entre Ríos.

La belleza es actitud. La actitud es la capacidad de atracción hacia uno mismo.

Yo no puedo decir que no soy falso, porque un poco el mundo actual te pide eso. Lo que yo puedo decir es que no soy falso con todos ni con todo. De lo contrario me volvería inauténtico.

Que sueño tan terrible he tenido. Realmente ha sido fuerte. Un golpe de nostalgia. Cuando me desperté pregunte que hacías acá, si nunca te traje. No había estado con vos en esta cama, ni en esta habitación, ni en esta ciudad, ni en este país. No había ningún metro cuadrado de este espacio que llevara tu recuerdo. Ahí entendí eso que dicen sobre alejarse pero seguir llevando los problemas con uno. Es algo que está adentro, no afuera.

No se puede vivir sin nada. Hay que vivir con algo y por algo.

Siempre hay que estar a punto de caer para no caer.

Si me pongo a pensar todo lo que hice, me doy cuenta que ya gane. En ese estado mental me encuentro tranquilo. Si me pongo a pensar todo lo que no hice, me doy cuenta que estoy perdiendo. En ese estado mental me encuentro intranquilo. En el medio; la vida.

No hay que tener miedo a amar para siempre.

El mejor regalo es una fotografía impresa, tomada por el propio fotógrafo y firmada con fecha y lugar en el dorso. Vos lo sabés bien pero te boicoteas.


 

Intervención artística en el circuito conector entre el Jardín Botánico y la plaza Bonifato

Cuando cruce el pasillo escuché lo siguiente:

“Vecina, no escuche lo que estoy llevando”, decía una mujer mientras reía al oír dos o tres botellas de cerveza golpeándose entre sí dentro de una bolsa. Qué sonido tan particular es ese: el de la vecina que todavía se ve interesada por la opinión de la otra vecina.

 

 


Plaza Bonifato




Pasillo conector










Jardín Botánico












viernes, 25 de julio de 2025

Un auto dejado por su rueda

Realmente fue sorprendente encontrarte ahí adentro.

A las dos horas me dijiste: “Ay, qué terrible que es la vida, Lino.”
“Demasiado” —te contesté.

Eso fue después de fumar y hablar muy de cerca; y antes de que el DJ soltara: “¡Vamos, que esto recién empieza!” Nunca voy a una fiesta, pero a veces, la fiesta viene a mí.

Entré fuerte. A mis lados, todo parecía pequeño, manipulable sin demasiado esfuerzo.
Cumplí el fin garantizando el medio. Se me hizo escuchar a mi viejo diciendo: “Tranquilo, tranquilo”, con esa voz suya mezcla de enojo y comprensión verdadera. “Siempre templado”.

“Esto recién empieza” —repitió el DJ, subiendo el volumen de la música.
Cada vez soy más hábil con la gente; más simpático y vulgar. Un James Bond sin ritmo ni paladar.

Esto que ocurrió hoy, que está ocurriendo ahora, es el paladar del encuentro. Todo pasa por ahí; por el tiempo muerto.

Yo creo que la vida viene de muy atrás, es muy antigua.
A ver… ¿Por qué miras el mar en un cuadro y te quedas ahí, mirando, siendo que no naciste en una ciudad con mar?

¿Viste que es extraño?
Eso es lo que la hace terrible.
O, lo que es lo mismo: intolerable.















sábado, 14 de junio de 2025

Algunas notas de cuaderno (4)

 




(Sentirse libre es como sentir a alguien que ya nunca va a volver)

Salí buscando la libertad como si fuese que existiera. Lo mismo hizo el gato de una casa; paso con ímpetu la puerta de entrada, hacia la salida, parecía desatado. –Vení-, le decían de adentro, sin saber que un felino nunca da vuelta la cara. Yo me reí.

Quise ver gente que contemple algo, al menos por un rato; quise ver algo que todavía no se haya armado. Caminé buscando encontrar en mi persona la búsqueda de lo que quería. Que semanas, que meses, año ya.

Loco, te estás volviendo loco.

Estoy pensando, mientras camino, mientras respiro, cruzando la avenida, cruzando la calle oscura, en penumbras; pienso, hace cuanto que no me zambullo, hace más de un año que no veo el mar y todavía, no conocí el océano.

Loco, te estas volviendo loco, en semanas, en meses, año ya.

Pero esto va a cambiar, porque todo cambia, sostenido en algo que no cambia; y podre hacer todo eso que requiere, como condición mínima, lo tranquilo, lo pacifico.

El cambio puede ser mañana… y sin embargo, mañana más loco me levanto, exaltando un sueño cumplido, alguna escena rara, como una película rara, por ejemplo vos, fuiste una película rara desde el inicio hasta el final.

¿Cómo puede ser que la noche no se apague y que el sol todavía brille? ¿Cómo puede ser que vuelva abrir la puerta de mi casa como si del otro lado estuviera la libertad?

Vos me dijiste: “Yo soy la libertad”, y te sacaste toda la ropa. Te juro flaca que no te creo pero te respeto tanto por hacer eso.

Vos estás loca, vos estas más loca que yo, yo pienso parar y entonces duermo, busco descansar, pero más loco me despierto, y me gusta, y me empieza a gustar, entonces pongo leña al fuego, y me quemo y me quemo. Estoy ardiendo en llamas.

Estoy ardiendo en una película rara.

Todo esto es una belleza rara. Veni abrázame, abrázame sin ropa, abrazame en tetas, abrazame con fuerza.

Sacate el corazón. Quédate conmigo, soy el mar, soy el océano. Estoy nadando.

Quedate conmigo pero no te enojes si me vas a dejar.


sábado, 5 de abril de 2025

Algunas notas de cuaderno (3)




Es el primer amor. Para que quiero otro.

Escribiendo a media noche en un pub, se me perdió mi birome. Ojo que no es cualquier birome, es “mi” birome. No tenía el cuaderno pero en el bolsillo del saco encontré unas hojas sueltas estilo anotadores. Las apoyé en una pequeña superficie de la mesa de al lado donde un grupo de chicas se hacían una sesión de fotografías. Empecé a escribir sobre lo ocurrido horas atrás al estilo crónica, al estilo relato de experiencia, quería avanzar con el trabajo de exponer el proyecto. Alguien me interrumpe, así que dejo de escribir, dejando también las hojas y la birome en la mesa que no era la mesa de mi grupo, sino de las chicas, pero que la elegí por una cuestión de altura, de comodidad y por un poco de atracción femenina. Me doy vuelta, contesto y observo que había dejado armado un cigarrillo en la cabecera del sofá que estaba a mi lado. Digo, “voy a fumar y vuelvo”, me levanto y voy al patio. Sin encendedor, lo empecé a pedir prestado, y en ese rato los integrantes de mi grupo también salieron al patio, cada uno de ellos con una cerveza en la mano. No volvimos más a la mesa hasta que me acorde, justo antes de irme, que no cargaba con las hojas que había escrito. Volví a la mesa, junte las hojas, las puse en el bolsillo delantero de mi saco y me fui. Cuando llegue al estudio, vacié todos mis bolsillos y no encontré la birome. Rápidamente me di cuenta que la había perdido, que la había dejado con las hojas arriba de la mesa pero que ahí no estaba. Me lamente y me puse a leer lo que había escrito por última vez con esa birome. Me encontré con la frase de la foto, una esencia devenida en esa tipografía. Esa era mi birome pero no era mi mano. Deduje que la persona que escribió aquello la dejo allí para que alguien la encuentre, y las probabilidades de que ese alguien sea yo eran altas, en tanto también había altas probabilidades de que en algún momento me diere cuenta de mi perdida y volviera a esa mesa donde hace rato había un grupo de chicas haciéndose una sesión de fotografías. Pero la birome no estaba, lo cual también las probabilidades de que la misma persona que escribió aquello se la haya llevado son altas, dejando un mensaje como compensación de una acción que puede verse un tanto reprochable. De todas maneras, deje de lamentarme y comprendí que no había forma más hermosa de perder una birome. Encontrando una historia. Encontrando un alma. Una conexión misteriosa.




No es salvaje es sálvese 

Si ser salvaje es entrar al carril, cruzar al baño, salir drogado, pegarse a la masa. El nombre nunca estuvo tan equivocado. No es salvaje es sálvese. 




Contame tu imaginación


Me escapé del demonio.
O no... de vuelta, en mis espaldas.

—¿Qué tenés ahí? —me preguntó, señalando el cuaderno.

No respondí ni rápido ni certero —aunque me levanté de prisa—
pero recuerdo que, en el torrente de palabras lanzadas sin conectores alguno,
estaba la palabra imaginación.

Contame tu imaginación, fue entonces lo que me dijo.

La propuesta, el tono...
me resultó majestuoso.
Con diamantes en sus dientes, que me abrí de manos,
me acerqué a su cuerpo,
conversé mintiendo,
siempre con el cuaderno cerrado,
siempre con la excusa de otro día,
de atrás para adelante,
nunca acá,
nunca quieto,
nunca en el medio.

Me fui.
Me alejé.
Me despedí de esa forma.

Caí al suelo,
me senté en un sillón de cuero,
me movieron del pasillo,
de la pared cercana,
de la silla de madera;
del lugar indicado,
el ombligo del mundo,
la boca de lobo,
la profundidad del asombro.

Acepté el trato con la condición de la existencia de una mesa;
efectivamente había una,
de madera,
grande y baja,
más cerca del piso, de la tierra.

Renovamos los tragos,
sentí el frío en mis labios,
y me dispuse a ver la pantalla,
la película,
la escenografía,
sus actores, sus actrices.

Entonces:
¿es esto el precio de la entrada?, me pregunté.

Un cuerpo humano con decenas de narices.
Un colectivo,
uno a uno conectados,
todos a un mismo circuito,
a una misma fase.

Volví al cuaderno, 

a mis obligaciones.

Un cigarrillo armado de ansiedad.

Alan quería entrar en la pantalla.
Yo prefería que no,
ya me había costado salir.

Y además no tenía problemas en quedarme solo...
es más: lo deseaba.

Es cierto,
el sillón con semejante mesa y una sola botella no era armónico,
pero ya pensaba en volver al pasillo,
al lugar de paso,
al de la observación de lado,
más dinámico,
con mejor imaginación.

 

 

Es Otoño

Es otoño. Estoy tirado al lado de la piscina, en paralelo al cielo. El color de las nubes, su contraste con el fondo, la sensación del frio que llega, la densidad del aire, la oscuridad repentina del día, un estado de ánimo sin ánimo, hablar de whisky, hablar de fuego, hablar de poesía, hablar de vos solo con vos, usar la camisa, usar el saco, el pelo largo, fumar con prisa por la brisa, dormir temprano, quedarse en casa, desayunar en la cama, Tarkovski, Kieslowski, Yankovsky. Sonreír, llorar despacio, algún abrazo, una salida, un plan, alguna vida. Es otoño, aún sigo observando a los pájaros sabiendo que ya estarás volando. Es otoño y la vida se vuelve un instante incompleto, el contexto perfecto, para el que escribe, el desesperado.

lunes, 24 de febrero de 2025

Con fluencia




-Es un capítulo de mi novela —me dice un amigo por mensaje de texto.

Le respondo que cuando esté terminada, la traiga, que la vamos a presentar en el espacio. Que ya estamos pensando en volver. Que ya estamos construyendo la excusa. Como el árbol, como la vida, como el amor.


Vos no estás loca. Los demás están locos. Pero tu locura yace en no darte cuento de eso.


El primer fruto del árbol. Cuando me lo regalaron no media mas de 50 cm. plantado en un recipiente que no albergaba mas de 2 litros. El regalo fue hecho hace mas de 4 años. La advertencia: -Si este árbol toca tierra libre, no hará más que crecer.

Y así fue.

Yo lo plante en un lugar equivocado. A pesar de tener espacio, muy cerca del techo y la pared. Cada vez que hablo bien de ella con mi padre, este me recuerdo mi equivocación. Entonces, lo bello se vuelve un problema.

-Tarde o temprano lo vas a tener que cortar.

Yo digo que lo voy a podar y mantener en forma. Que cuando me vaya a estudiar afuera, será otra gran excusa para volver; que no hace falta que me repitan mil veces mi error; que yo lo sé bien, y lo siento suficiente.     

Hace unas semanas, en un bar, un joven se acerca a la mesa donde estaba con mis amigos y me pregunto si yo era el pibe. Le digo que sí, preguntándole a la vez, de por qué su curiosidad.

Me respondió que le habían dicho que yo era una persona inteligente. Me sonreí y le dije que no se ande creyendo todo lo que dicen, y que, en todo caso, ser inteligente, tal como están las cosas, no tiene ningún valor. Me pregunta si siendo inteligente se consigue chicas. Le digo que leyendo algo de poesía puede que sí, pero mucho más siendo docente. Aunque para ninguna de ambas se necesita ser inteligente.

Al rato, salí a fumar a la vereda. El mismo joven me vuelve hablar queriendo saber que fumaba. Le respondo que tabaco armado y le ofrezco uno.  -No, no fumo, solo me interesa saber. Me contesta. Le aclaro que saber está bien, pero más importante es entender. Menos Hessel más Spinoza es la recomendación de Sabater en su libro Política de urgencia. No sé nada de ninguno.

Quizás vos naciste mucho antes o yo mucho después. Al parecer, como Graham en la novela “Antes de conocerme” de Julián Barnes, mi problema es emocional; reconocer lo absurdo de imaginar que tu vida pasada se organizó en vistas a encontrarse con la mía[1].

No fuiste justa conmigo al hacer lo que hiciste; desaparecer como cuan fugaz estrella. En otra ocasión, hubiera estado bien; pero en esta, la balanza se te desequilibró.

No pude evitar enamorarme; te pido perdón, pero el descubrimiento escapa al pensamiento, de lo contrario, no se descubriría nada. 

Fue el paisaje, la falta de ropa, nuestra unión en el agua, el exceso de calor. Cuando me acerque al escenario, ya estaba algo borracho. Sonaba una hermosa canción llamada: De película. El sonido quedo grabado en mi memoria.

En mi memoria, ya sé que fui yo quien mato al sapo, quien no quiso recoger al gato; visibilice mi dolor, no hace falta hablar de ello, tampoco de mi enamoramiento que no es amor.

No fuiste justa conmigo cuando me dijiste que lo que hicimos lo podías hacer con cualquiera, de la misma manera, con la misma intensidad e intimidad, con el mismo cuerpo, con el mismo corazón. En otra ocasión hubiera estado bien, pero en esta, la balanza se te desequilibró.

Cuando me preguntaste por el significado de la estrella fugaz tatuada en mi mano derecha, te respondí que era un deseo. Jamás rayaría mi cuerpo, aunque me gusten los cuerpos rayados. Debía de encontrar un punto medio entre eso, y entonces me tatué algo muy pequeño, pero con un gran concepto universal: el deseo. Luego, me pediste que leyera un libro que vos mismo me ofreciste; alagar no habla muy bien de vos; verso a verso, párrafo a párrafo, y cuando termine, me confesaste que te gusto que te leyera, alagar no habla muy bien de vos; solo suspire y mire al suelo, pensando en otro momento, en otra pieza, en otro sillón, en otro color, deseando no haber escuchado aquello, no haber leído, no haber visto mi mano derecha, el tatuaje, la estrella, lo fugaz.

En la librería, escuché a una mujer decirle a su pequeño hijo, que acababa de tirar un vaso de plástico al suelo:

-Bueno, hijo, tampoco te deshagas de todo lo que no quieras.

Justo yo estaba pensando en soltar, a pesar de saber que nadie habla de los soltados.

 

 



[1] Anthony Giddens. La transformación de la intimidad. Sexualidad, amor y erotismo en las sociedades modernas. Catedra Teorema. Pag. 17.

miércoles, 25 de diciembre de 2024

LA SENSACIÓN DEL DÍA FUE COMO HABER SALIDO A CAMINAR Y QUE SE TE HAYA PERDIDO ALGO

No fue la noche, fue la pestaña.

No fue la noche, fue la pestaña. Se te cayó una pestaña, y yo sentí que se alzaba la necesidad en vos de jugar a ver a quien se le pegaba en el dedo pulgar para destinar la buena suerte.

No fue la noche, fue la suerte, volviéndome a mí un completo dinamo, y esta vez, si se siente.

No fue la suerte, fue la noche, transcurriendo al ritmo de las nubes que cubrían nuestras estrellas.

No fue la noche, fue la pestaña, y llego un relato cargado de tu encanto, te juro, ahora sí, que las nubes se empezaron a correr despacio.  ¿Lo fijaste? nuestra unión fue la fuerza para desencadenar el espectáculo.

Se abrió el cielo, nuestras estrellas brillaron, observe tu retrato; y me sometiste penosamente –pero sin duelo-, a afirmar que a mí también me va igual.

Fue la noche, cerrando el telón ligero, mostrando un ambiente gris oscuro, en un silencio completo.

La noche agotada, la pestaña extraviada.

El tema se llama buena suerte y hasta luego.

Empezamos buscando a la suerte, quien gano no lo sé.

Terminamos con un hasta luego.    

 

domingo, 22 de diciembre de 2024

Luna de Lobizon







Fotografías tomadas el Domingo 15 de Diciembre, bajo los efectos de la ultima luna llena del año 2024. Los disparos se hicieron desde el Rio Paraná y desde la costa inmediata a él. Puntualmente, el lugar recibe el nombre de "La Roca" y se encuentra ubicado cerca de los limites de la localidad de Candelaria con Santa Ana. En el frente, la localidad de Campichuelo, Paraguay. La fotografía de la luna que presenta esta serie, fue tomada desde la ruta 12, ya ingresando a la ciudad de Posadas, en un horario aproximado a las 21:00 horas. 



















martes, 10 de diciembre de 2024

Lopez Torres en el Frente





Exploración visual en el predio donde se encuentra ubicado el hospital Ramon Madariaga situado entre las avenidas Lopez Torres, Cabred, Mariano Moreno y Marconi de la ciudad de Posadas, Provincia de Misiones. 

Contexto de la muestra: Esta serie fotográfica nació como resultado de un curso virtual realizado en el año 2023 aproximadamente en el mes de abril. El curso era breve, asincrónico y poca cosa, pero despertó mi atención por la inspiración del autor que lo dictaba, quien evocaba las obras de Edward Hopper, con el fin de contar el vacío y detenerse en el análisis del territorio.

La consigna final consistía en la toma de fotografías de un lugar específico buscando transfórmalas en un conjunto narrativo. Elegí el hospital Madariaga, no solo por mi conexión ancestral para con ese lugar, sino también por su aire condensado de historias pasadas, a la vez de ser patrimonio histórico y cultural de la provincia de Misiones y de la ciudad de Posadas.

El hecho de que en las fotografías no aparezcan personas, con un estilo, permítanme decir, arquitectónico, es parte del mensaje conceptual.

 

El equipo utilizado fue una cámara Canon EOS rebel, lente 18 -55 mm.

Capturas realizadas al atardecer, en temporada otoñal.

 

Sobre Lopez Torres.

El cierre viene acompañado de una breve biografía del Dr. Armando Fausto Lopez Torres, figura histórica y trascendente de la ciudad.


https://www.instagram.com/queriendo7er/

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Armando Fausto Lopez Torres.

Por Lino Armando Lopez Torres.


 

 

El 8 de julio del año 1950 fallece el Dr. Armando Fausto Lopez Torres, director del Hospital Regional – hoy Ramon Madariaga -y ex intendente Municipal de la ciudad de Posadas. 

Quien fuera oriundo de Goya, llego a Posadas allá por el año 1923, donde ejerció la medicina con una fuerte vocación por el bien común. La memoria de mi padre resalta su generosidad, recordando cómo el abuelo, al atender a pacientes sin recursos, solía costear de su propio bolsillo los medicamentos necesarios. Durante un homenaje, Guillermo Gulbert expresó: “Era medico idealista en grado sumo; baste decir que no lego fortuna alguna a sus familiares, después de bregar un cuarto de siglo en la diaria labor de médico".

Incursiono en la vida educativa, siendo profesor en la escuela Normal y en el colegio Nacional. En el mundo deportivo, fue presidente del histórico Club Atlético Posadas; actividad dirigencial que le fuera transmitida a uno de sus hijos, el Dr. Lino Alberto Lopez Torres.

Su influencia se extendió a la vida política y cultural de la ciudad. En el año 1930, debido a su militancia partidaria en la Unión Cívica Radical Antipersonalista, sufrió una cesantía en su vida pública, separándolo del mismo hospital. Empero, 4 años luego, fue elegido por la ciudadanía como intendente de la ciudad de Posadas, cargo que ejerció desde el 1934 a 1937.

Su función al frente de la comuna fue desempeñada con notable visión de futuro. Desarrollo una fuerte política de urbanización, contando la ciudad en ese periodo, con las primeras 120 cuadras de calles pavimentadas. En el año 1935, inauguro la plaza San Martin con la instalación del monumento del mismo prócer, instando a la identidad nacional. Además, se preocupó por la recuperación de la usina ubicada en la zona del puerto para la comuna.

Participo activamente en la discusión sobre la provincialización del territorio de Misiones. Alego en el periódico “La semana”, que las transformaciones políticas deben operar paulatina y prudencialmente, dando tiempo de adaptación a los nuevos medios. Es menester la preparación del pueblo, afirmaba, y para ello proponía la autonomía comunal de todos aquellos pueblos que gozan de comisiones de fomento, entendiendo a las comunas como verdaderas escuelas de civismo, donde se aprende el arte de la política.

De vuelta al hospital, ya como director, doto del primer aparato de Rayos X, construyendo pabellones de infecciones, viviendas y salas de cirugía. Su impacto fue duradero.

Aunque su generoso corazón dejó de latir a los 51 años, la memoria colectiva de un pueblo lo recuerda con admiración y gratitud. La vida y obra del Dr. Armando Fausto López Torres perduran como un ejemplo de servicio a la comunidad

Una avenida de la ciudad lleva su nombre. Su busto preside en la entrada del Hospital Ramon Madariaga, y sus restos descansan en el cementerio la piedad.   



Referencias:

Club Atlético Posadas. 100 años de Futbol.

Diario El Territorio. (2005). “Una vida dedicada a la atención de los niños”. (En línea). (Consulta: 5 de febrero del 2024). Disponible en: https://www.elterritorio.com.ar/noticias/2005/02/20/30651-una-vida-dedicada-a-la-atencion-de-los-ninos

Diario El Territorio. (2005). “Atlético Posadas, una historia, una leyenda y mucha pasión por el futbol”.  (En línea). (Consulta: 5 de febrero del 2024). Disponible en: https://www.elterritorio.com.ar/noticias/2005/09/09/50733-atletico-posadas-una-historia-una-leyenda-y-mucha-pasion-por-el-futbol

Efemérides Argentina. (En línea). (Consulta: 5 de febrero del 2024). Disponible en: https://efemeridesargentina.com.ar/efemeridesargentina/default.asp?opt=1&condicion=5&buscar_efemerides=si&id_efemerides=1443   

Quaranta de Errecaborde, Ana Maria. (2013). “Historia de la Provincialización de Misiones”. Ed. Universitaria. UNaM.